La labor de los funcionarios de la subdirección de Ordenamiento y Planificación Integral del Territorio se centra en las veredas Sevilla y Cristales. Además, la zona es recorrida por integrantes de la subdirección de Gestión Ambiental Rural quienes promueven el desarrollo de parcelas productivas.
¿Por qué es importante El Rasgón?
El parque El Rasgón comprende un área de 6.596 hectáreas, entre los municipios de Piedecuesta y Tona. Fue declarado por la CDMB como un área protegida, gracias a su riqueza natural y a la gran oferta de servicios ecosistémicos para el área metropolitana.
En este parque se encuentran las microcuencas de los ríos de Oro y Manco y de acuerdo con uno de los documentos oficiales de investigación: “En estos bosques se mantienen, actualmente, condiciones ambientales que permiten la sobrevivencia de un gran número de especies animales y vegetales, algunas de las cuales se encuentran bajo algún nivel de amenaza para su sobrevivencia. Tal es el caso de las palmas del piso andino, las cuales mantienen un número importante de especies de insectos, aves y mamíferos; del chango de montaña (macrogelaius subalaris), ave endémica de la región central de la cordillera Oriental colombiana y del oso andino, tremarctos ornatus, especie tomada como focal o emblemática para la conservación, debido al amplio rango de hábitat que requiere para sobrevivir”.
Dentro del área del parque hay predios adquiridos por la CDMB y otras entidades oficiales con fines de conservación y existen fincas de particulares que mantienen producción agrícola y ganadera. Precisamente con el Plan de Manejo Ambiental en el cual ha venido trabajando la entidad, se busca regular los usos de la tierra, para garantizar la preservación de los bosques nativos y demás especies.
Dentro del parque se establecen zonas para la preservación y restauración históricas-culturales, de uso general y de amortiguación, de acuerdo con su importancia para el ecosistema y a las actividades que se podrán desarrollar en ellas.
La idea de la CDMB es poder mantener, a través de este taller, un contacto directo con las comunidades de la zona, para lograr, en conjunto, el mantenimiento adecuado de este ‘pulmón’ del departamento de Santander.