Los funcionarios de la subdirección de Ordenamiento y los gestores de la CDMB escucharon las inquietudes, relacionadas con la construcción de pozos sépticos, el mantenimiento de una reserva forestal, la contaminación de las quebradas y la capacitación a los porcicultores.
El encuentro sirvió para que la entidad diera a conocer los estudios que adelantó durante los últimos años, con el fin de determinar las calidades del agua y los usos permitidos para la zona.
“Es muy importante para nosotros que la comunicación entre la autoridad ambiental y la comunidad vuelva a ser buena y positiva para todos. Estas reuniones resultan muy positivas, por el proceso de retroalimentación que se registra”, indicó Silvia Melisa Martínez Castellanos, sicóloga de la CDMB.
Hoy, la actividad se traslada a la vereda Monterredondo, municipio de Piedecuesta.