En el país solo queda el 1.5 por ciento de bosques secos, lo que requiere acciones inmediatas para su conservación. Estos ecosistemas permiten la movilidad de especies de fauna, la creación de corredores ecológicos, la disminución de gases invernadero, el control de inundaciones, la regulación climática, la regulación hídrica y la dispersión de semillas.
Olga Lucía Correa, delegada del PNUD, explicó que en la actualidad la Organización de las Naciones Unidas trabaja en la formulación de un proyecto para la protección de los bosques secos, que de ser cofinanciado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y respaldado por las comunidades, sería implementado en el año 2013. Los biólogos, ingenieros forestales y trabajadores sociales de la subdirección de Ordenamiento de la CDMB, apoyaron la realización de este encuentro comunitario, en el que dieron a conocer las amenazas que enfrentan los bosques secos en la región, como consecuencia de la tala y la quema, para dar espacio a cultivos.
Agregaron que se quiere conservar y hacer un uso sostenible de estos ecosistemas, mediante la implementación de cultivos silvopastoriles y agroforestales, para mantener los bienes y servicios ambientales que ofrecen. El Ministerio del Medio Ambiente y las corporaciones autónomas establecieron una ‘alerta de prioridad’ para evitar la desaparición de estos bosques.