“En el lugar encontramos herramientas menores para la explotación aurífera, a la vez que notamos que la actividad en el lugar es frecuente, lo que se convierte en un peligro para la estabilidad de los terrenos de la vereda, lo que sin duda, además de arriesgar vidas humanas, también disminuye el hábitat para especies de flora y fauna. La afectación al recurso suelo es evidente, ya que además de estar deforestando el talud, también se está generando un riesgo de deslizamiento por el proceso erosivo que se está suscitando”, manifestó Adriana Quiñónez Alfonzo, abogada del grupo GEA.
El operativo se cumplió con el acompañamiento de la Sijin, la Policía Metropolitana de Bucaramanga y un grupo de Carabineros. No fue posible individualizar a quienes se dedican a esa ilícita actividad, pues los ‘mineros’ al notar la presencia de las autoridades se internaron en el bosque, ubicado sobre una de las márgenes del río de Oro.
La explotación ilícita de yacimientos mineros y otros minerales, está tipificada en el artículo 338 del Código Penal Colombiano, estableciendo una condena de 2 a 8 años de prisión y una multa de 100 a 50.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, a quienes incurran en este delito, por el grave daño ocasionado al medio ambiente.