El predio de una hectárea de propiedad de la CDMB, estaba siendo ocupado por tres personas que atendían a sus consultantes en los cambuches acondicionados para realizar los baños y rituales que recomendaban.
“El desalojo fue pacífico. Los practicantes de brujería que tenían funcionando su negocio en este predio de conservación, no opusieron resistencia, pues fueron conscientes que estaban invadiendo un predio de la Corporación” señaló Henry Marcela López Perdomo, profesional especializado de la Subdirección de Gestión Urbana Sostenible de la CDMB.
Agregó López Perdomo, que al momento de la actividad, “se encontraban cerca de 10 personas fumando tabaco, cada una ubicada en uno de los pequeños cuartos acondicionados con sillas, mesas, figuras paganas y un platón para verter la saliva producto de fumar el cigarro”.
Pese a que el área se encuentra aislada con malla eslabonada y alambre de púas, los brujos violentaron la cerca e instalaron allí sus consultorios particulares, a los cuales acudían personas de todos los niveles socioeconómicos de la ciudad.
La evacuación del predio culminó con la destrucción e incineración de los improvisados cuartos, construidos con tablas y plásticos.