Los 50 individuos de ceibas barrigonas que habitan la zona de Umpalá y Pescadero, en la cuenca del río Chicamocha, igual que los de la vereda Chocoa en Girón, están sufriendo el fuerte impacto de la variabilidad climática y el Fenómeno del Niño.
En una visita de seguimiento realizada por técnicos de la CDMB con acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación, la bióloga de la entidad, Alicia Rojas, verificó las condiciones en las que se encuentran estas especies endémicas, únicas en el mundo y en vía de extinción.
“Presentan un comportamiento anormal. La ceiba debe florecer en octubre para que en esta fecha estén en formación y se ve que unos árboles no han botado la hoja y otros están en flor, quiere decir esto que si hay producción de frutos se van a demorar unos dos meses más”, explicó la Bióloga de la CDMB.
“Por el período tan largo de verano, las plantas demoran su ciclo de producción y con ello se puede afectar la polinización, de tal manera que incluso podríamos no tener producción de semillas este año, como ocurrió el año pasado, por lo tanto no tendríamos material para propagar”, añadió.
La CDMB continuará trabajando y fortaleciendo el semillero de las ceibas barrigonas que creó y mantiene en el jardín Botánico Eloy Valenzuela, donde se cumple un programa integral de esta especie, con la recolección de frutos y propagación, para que cuando tengan 8 a 12 meses, sean llevadas y sembradas al Cañón del Chicamocha.