Después de una visita realizada en 10 de Mayo, se conoció por parte de los ingenieros de la CDMB que la planta de tratamiento de lixiviados estaba fuera de funcionamiento hace 2 meses, lo que genera un vertimiento directo a las aguas de río de Oro.
Además después de una supervisión en la planta de tratamiento de aguas residuales número 2 se evidenció que no se encontraba removiendo los porcentajes adecuados de carga orgánica que salen al afluente, y que son fijados por las normas ambientales (Decreto 1594 de 1984).
La medida preventiva será levantada por la CDMB en el momento que se adopten los correctivos fijados por la autoridad ambiental.