La comisión descendió hasta el lecho de la quebrada y la primera parada fue en inmediaciones del barrio Guanatá, en donde se evidenció la presencia de vertimientos ilegales. Más adelante se encontró un sitio en donde se arrojan basuras que causan malos olores y estimulan la cría de insectos.
En el sector de Bellavista encontraron una escombrera ilegal, en la cual se crían gallinas y cabros, cerca a una caseta en donde se expende cerveza. Posteriormente, en el sector de los moteles, los funcionarios localizaron escombreras y botaderos de basuras, incluso había un recipiente con residuos peligrosos, aislado inmediatamente por los representantes de la secretaría de Salud.
Y así… paso a paso, fueron conociendo las afectaciones que las comunidades aledañas han realizado en la cañada.
Durante su diálogo con la comisión, el señor Alfredo Balcázar, residente en el barrio Los Rosales, señaló que: “la comunidad está muy interesada en el proyecto de recuperación de la cañada, porque nos estamos afectando con los malos olores, especialmente los niños y jóvenes. Ya casi todos estamos sufriendo dolores de cabeza, por eso queremos ayudar a su descontaminación”.
La CDMB está totalmente comprometida con este proyecto de circuito turístico- ecológico que abarca más de siete barrios del municipio de Floridablanca y beneficiará a por lo menos 15 mil habitantes. No obstante, los técnicos que participaron en el recorrido mostraron su preocupación por los hallazgos.
“Encontramos una serie de problemática ambiental que está afectando todo el sector, inicialmente la disposición inadecuada de residuos sólidos, descarga ilegal de escombros, muebles, colchones, desechos de construcción e incluso residuos orgánicos y residuos peligrosos”, indicó el ingeniero William Gómez, de la CDMB.
El funcionario Explicó que la quebrada también se ve afectada por “aguas residuales domesticas que son descargadas sin tratamiento alguno, afectándola gravemente. Otro aspecto que detectamos es que no se respeta la franja de aislamiento de la quebrada y en muchos sectores está invadida por viviendas, establecimientos comerciales e incluso por animales de pastoreo y escombreras ilegales”.
Puntualizó que la autoridad ambiental iniciará mayores controles y verificación de requisitos en el sector, para reducir al máximo la contaminación de la cañada y poder avanzar en el proyecto. Por su parte el ingeniero Pedro Muñoz Lasprilla, de la Empresa de Alcantarillado de Santander, EMPAS, señaló que se detectó claramente la conexión inadecuada de un sector del barrio Guanatá y se aplicarán los correctivos necesarios.
Uno de los líderes del sector e impulsor del proyecto de La Calavera es el padre Óscar Carrizales Sanabria, quien destacó que, además de ser un amigo del medio ambiente, la motivación que “me ha impulsado para apoyar la iniciativa es la solicitud de la misma comunidad, que permanentemente va a su despacho para quejarse de los malos olores y las enfermedades, a raíz de la contaminación. Este es un proyecto a largo plazo y si todos nos concientizamos lo sacaremos adelante; a corto plazo tenemos que buscar los focos de contaminación y acabarlos para vivir en armonía”.