En la visita de inspección que efectuaron los funcionarios especializados adscritos al Grupo Elite Ambiental, GEA, evidenciaron que el sitio no poseía sistema de tratamiento de aguas residuales industriales ni sistema de tratamiento de aguas domésticas. También constataron que las aguas residuales están siendo vertidas directamente al suelo de una ladera y estas, por acción de la gravedad, desembocan en la corriente hídrica que atraviesa el predio.
Estas aguas sanguinolentas, con alto contenido de grasa, son las causantes del desprendimiento de malos olores por la acción de saturación del suelo, como consecuencia de un inadecuado manejo y disposición de los residuos sólidos, afectando el equilibrio ambiental del sector.