Los malos olores y los movimientos extraños en un local del barrio Nápoles alertaron a la comunidad que reportó a través de la línea activa del Grupo Élite Ambiental, GEA, estas anomalías que tenían agobiado al sector por los olores ofensivos.
En efecto, funcionarios de la CDMB y la Policía Ambiental pudieron comprobar, mediante pruebas químicas, que las aguas sanguinolentas resultado del sacrificio de cerdos en el matadero clandestino, son vertidos al canal de aguas lluvias que llegan directo a las afluentes hídricas.
“Encontramos 32 animales listos para sacrificarse y lo más resaltable las pésimas condiciones higiénicas en este lugar”, agrego Leicy Camacho, coordinadora del GEA.
La CDMB abrió sancionatorio por grave afectación al ambiente.