Las evidentes heridas causadas en la piel de una guacamaya, llamaron la atención de los vecinos de la vereda San Francisco en Piedecuesta, quienes reportaron a la CDMB el mal estado en el que se encontraba.
La respuesta del Grupo de Fauna y Flora de la CDMB fue inmediata, que llegó al sitio indicado, para lograr la entrega voluntaria del ave por parte del tenedor de esta especie.
“No hubo resistencia en la entrega, el propietario la entregó de forma voluntaria y eso es lo que buscamos que los habitantes nos ayuden a reportar la tenencia de especies de fauna silvestre que deben estar en su hábitat y no como mascotas”, expresó Carlos Omar Ramírez, zootecnista de la CDMB.
La guacamaya se encuentra en mal estado, con problemas de autopicaje ocasionado por estrés. El ave será sometida a un periodo de cuarentena para estabilizar su estado y poderla trasladar a su nuevo hogar: El aviario del Jardín Botánico Eloy Valenzuela.