Elinor, así le llamaba Camila Robayo a una morrocoy, que tenía como mascota en su casa desde hace más de un año.
Camila notó que a su mascota tenía unas cicatrices en su piel y por temor a que se enferme, decidió entregarlo a la CDMB, para su cuidado.
Carlos Omar Ramírez, zootecnista de la Corporación relató “esta es una morrocoy de patas amarillas, es una especie protegida, presenta malformación en su caparazón, debido a una inadecuada dieta alimentaria”.
El animal será valorado por los veterinarios del Centro de Atención Valoración y Rescate de la CDMB y posteriormente será liberado en su hábitat natural.