“Desde el pasado mes de agosto, a la finca de mis abuelos en la vía a Rionegro, llegó una tortuga grande”, así comienza Andrea Benítez a contar la historia de su tortuga, “notamos su presencia porque los perros comenzaron a ladrar y a molestarla, la cogimos y la entramos a la casa, pero estos animales necesitan estar en su hábitat”.
Por ello la joven decidió entregar el animal a la Corporación, para que le den el cuidado y lo devuelvan a su entorno.
“Es un morrocoy macho pati-amarillo, presenta maltrato de fauna, su caparazón tiene malformación, debido a la dieta alimenticia”, así lo aseguró Carlos Omar Ramírez, zootecnista de la CDMB, quien recibió el animal.
El animal será llevado al Centro de Atención y Valoración de Fauna de la CDMB, donde será revisada y posteriormente liberada en su hábitat natural.