Gracias a la colaboración de la comunidad, más consciente de la protección de la fauna silvestre, se logró la entrega voluntaria de dos loras frentiamarillo en la vereda Barro Blanco de Piedecuesta.
Carlos Omar Ramírez, zootecnista de la entidad, revisó el estado de las especies, verificando que tenían las plumas de las alas cortadas lo que les inhibe su habilidad para volar libremente.
Según la Ley 84 de 1989 condena formas de maltrato como golpes, quemaduras, cortadas, punzadas, mutilaciones entre otros, pero en la actualidad se busca ampliar más las penas para quienes cometan estos actos.
Las aves entrarán a cuarentena en el CAV y luego serán alojadas en el Aviario del Jardín Botánico Eloy Valenzuela.