Luego formar parte del embellecimiento del parque principal de Tona, murió la palma de cera tras 146 años de engalanar el municipio. La palma que medía 36 metros, cumplió su vida útil acompañando a generaciones de toneros.
Por medio de un acto cultural, estudiantes y docentes, autoridades civiles y gestores de la CDMB, realizaron la siembra de una nueva palma, extraída de un bosque natural, de la vereda El Palmar.
“Para nosotros es doloroso ver caer este árbol gigante que llegó a su fin, pero hemos dado nueva vida a otra de su misma especie para que siga siendo parte de nuestra cultura e idoneidad en el municipio”, manifestó Gloria María Lesmes, directora de la Casa de la Cultura de Tona.
Este jueves autoridades civiles, colegios del municipio y comunidad, realizaron la siembra y un acto cultural que finalizó con la bendición del cura párroco de la Iglesia San Isidro.