Volviendo a vivir
Antes de llegar a esta fase de pre-liberación los 93 pericos y cotorras, tuvieron que pasar un periodo de cuarentena, tiempo durante el cual los expertos verifican que daños en su organismo fueron ejecutados por los traficantes, las enfermedades, y la genética de los animales.
Durante los últimos tres meses algunos de estos pericos pudieron recuperar sus alas, las cuales les habían sido arrancadas por los comercializadores ilegales de fauna.
Ahora en esta última fase de pre liberación, los funcionarios ambientales buscan que en la nueva jaula los pericos encuentren un ambiente “más cálido” para su readaptación, en medio de la vegetación y de más aves de su propia especie.
Dentro de dos meses se les dejará abierta la puerta de la jaula para que por su propia iniciativa los pericos salgan y entren a comer, y se integren a sus manadas, hasta que definitivamente vuelen libremente.
Así se termina un trabajo paciente de los funcionarios ambientales de la CDMB, para que la fauna silvestre sobreviva a los ataques de los traficantes y depredadores del medio ambiente.