La bióloga Diana Caballero de la CDMB quién visitó el sitio y habló con los padres de familia, dio cuenta de la existencia de polillas en el sector, que son atraídas por la utilización de un gran reflector de luz que fue instalado en la zona.
El área tiene gran cantidad de vegetación, la cual les sirve de albergue. Para Caballero “las polillas son inofensivas y desprenden escamas de sus alas cuando son aplastadas, lo que podría generar molestias en la piel en personas predispuestas, pero no representan un peligro para salud”.
De acuerdo a la recomendación entregada por los funcionarios de la CDMB, en este caso lo único que se podría hacer es bajar la potencia de la fuente de luz; y en ningún caso se les debe atacar, porque son parte de la fauna silvestre que debe ser conservada.