Mayo 2 de 2012
Un grupo de funcionarios de la Subdirección de Control y Evaluación Ambiental de la CDMB, realizó un monitoreo de ruido a los condensadores de la red de frío de un almacén de cadena de Bucaramanga, encontrando la superación de los límites permitidos, lo que viene causando molestias a los habitantes de los llamados apartamentos fiscales de la capital de Santander.
La evaluación de ruido incluyó mediciones con los motores encendidos y apagados, con el fin de verificar el impacto de las ondas sonoras generadas por los condensadores de la red de frío alimentario. La medición con los motores en funcionamiento ejecutada en campo abierto a 1.5 metros de distancia de los aparatos, registró un nivel de ruido de 79.3 decibeles, lo que de acuerdo a los expertos de la autoridad ambiental, supera los 55 decibeles establecidos por la norma para sectores residenciales entre las 21 horas y las 7 horas. Con los motores apagados la medición registro 53 decibeles.
Ante el ruido generado los técnicos de la Subdirección de Evaluación y Control Ambiental, le exigieron a los administradores de la gran superficie, implementar de forma inmediata las obras de aislamiento acústico, para que las ondas no trasciendan al entorno afectando la calidad de vida de los habitantes.
Los funcionarios aclaran que en este caso los aislamientos no se deberán hacer utilizando cartones de huevos o láminas de icopor; se validarán estructuras definidas previa realización de un estudio técnico en el lugar.
La CDMB le dio un plazo al almacén, hasta el 19 de Mayo, para que realice las obras que se necesitan, y así los decibeles se puedan reducir.