Con el fin de articular esfuerzos entre Gobernación, alcaldías, Comités de Gestión del Riesgo y comunidad en general, la CDMB inició la socialización del Plan de Acción para la prevención y atención del Fenómeno de la Niña, que de acuerdo con los pronósticos del IDEAM está previsto para el último trimestre del año.
De esta manera desde el pasado 18 de julio la Subdirección de Gestión del Riesgo y Seguridad Territorial, inició la socialización del plan que tiene como objetivo disminuir las vulnerabilidades frente al incremento de las amenazas naturales y formular los estudios que proporcionen herramientas para el análisis de vulnerabilidades, así como la identificación de escenarios de riesgos e implementación de medidas de prevención y articulación de esfuerzos.
De igual manera la CDMB adelanta la proyección y elaboración de estudios para obras que mitiguen la amenaza por fenómenos de erosión, remoción en masa e inundación, así como el mantenimiento de las obras de infraestructuras existentes y de los sistemas de drenaje
La socialización del Plan ya se cumplió en Vetas, Suratá, California y Matanza, y la próxima semana será el turno para Rionegro, El Playón, Tona y Charta, lo mismo que para el área metropolitana.
Hay que tener en cuenta que la jurisdicción de la CDMB, las comunidades más vulnerables son las asentadas en las riberas de los ríos de Oro, Bajo Rionegro y El Playonero.
“Para el último trimestre del año hay un 76% de posibilidades de que el Fenómeno de la Niña se haga sentir en todo el país y Santander debe estar preparado para afrontarla. Por eso es importante que todos hagamos prevención y no esperemos a las emergencias”.
De esta manera el jefe de pronósticos y alertas del Ideam, Christian Euscátegi, invitó a todos los organismos de socorro, autoridades y comunidad en general a prevenir desastres, esto en el marco de la mesa de trabajo de Gestión del Riesgo, que lideró la CDMB y que contó con la presencia de delegados nacionales y departamentales de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, UNGRD, la Gobernación de Santander y representantes de todos los municipios de la jurisdicción.
“Esta jornada de trabajo busca socializar los alcances de la Ley 1523, por medio de la cual se adoptó la Política Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en la cual quedó claramente definido que la gestión del riesgo no es un asunto exclusivo de las autoridades, sino que ahora las personas del común, también se hacen responsables por no prevenir”, explicó el subdirector de Gestión del Riesgo de la CDMB, Ronald Rodríguez.
Para la jurisdicción de la CDMB, hay aproximadamente 300 asentamientos subnormales que afrontan vulnerabilidad frente a las lluvias. Igualmente, las poblaciones asentadas en las riberas del Río de Oro (Girón); del río Playonero (El Playón) y Suratá, aunque la Corporación adelanta un proyecto de estabilización por 18 mil millones de pesos a través del Fondo de Adaptación.
Una preocupante situación afronta la vía que de Bucaramanga conduce a Charta, en el kilómetro 16, la cual presenta hundimientos sobre la margen derecha del río Suratá, situación que fue advertida esta semana por técnicos de la Subdirección de Gestión de la CDMB.
La inestabilidad de la vía fue analizada en los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Matanza y Charta, pues los habitantes temen que la principal comunicación terrestre con toda la provincia de Sotonorte pueda colapsar, ya que se ha incrementado el tránsito de maquinaria pesada por la carretera, debido a que se está arreglando la vía a California.
Por esta razón, el próximo 8 de junio se realizará un recorrido para verificar qué obras se necesitan pues el riesgo es alto.
Respetar las franjas de aislamiento de las quebradas y ríos, así como evitar obstrucciones con material de arrastre, tierra y demás, es una regla vital para evitar tragedias.
Así lo advirtió el subdirector de Gestión del Riesgo y Seguridad Territorial de la CDMB, Ronald Martínez, quien recomendó a la ciudadanía en especial a la comunidad asentada en las orillas de los cauces, conservar las normas ambientales de aislamiento de las rondas hídricas.
“Debemos evitar construcciones o intervenciones en las laderas de los ríos o quebradas, ni cerca de los taludes, en todo momento pero en especial en esta temporada de lluvias, cuando cualquier alteración de los cauces puede generar una tragedia”, añadió el Funcionario.
La recomendación la hizo a propósito de los daños que produjeron las crecientes de las quebradas Mensulí y Las Guayanas en Floridablanca, donde la comunidad resultó afectada.